miércoles, 30 de noviembre de 2011

Un balance anormal: ¡en palabras!

Cada año parece que pasara más rápido, aunque es imposible ¿no? Todos tienen la misma cantidad de días y horas... 


Este 2011, paso como una estrella fugaz, pero me dejo tantos recuerdos que son indelebles en mi corazón.
En balance, personalmente, no me pareció un año espectacular ni tampoco triste. Tuve golpes que me hicieron sentir desganada, con ganas de dejar lo que me gustaba hacer, tener desencuentros con gente que quiero, pero por suerte, esos golpes son los que me hicieron crecer, madurar y poder levantarme para seguir con más energía recorriendo el año. Aunque  también tuve momentos únicos que me hicieron pensar y ser más feliz aún.
No se si fue rebeldía o vagues, pero no me daban ganas de estudiar, por suerte me fue bien en todas las materias.
No me tiene que faltar destacar, el trabajo inmenso de mí y todos mis compañeros para la gala de la Estudiantina de este año, que gracias a ella, logramos una unión enorme en todos, aunque al último un poco me amargue,  la guardo en mi corazón como uno de los más lindos recuerdos del 2011.
Este año, madure, crecí, aprendí, disfruté, baile, reí, llore, y sentí una mezcla de sentimientos que nunca había conocido. Creo que me sirvió muchísimo y descubrí cosas en mí que estaban guardadas y las pude sacar afuera para mostrarlas.

`Creo que el resultado de este balance de mi 2011, fue una etapa de crecimiento y maduración´

Aylén Daguerre

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