martes, 15 de noviembre de 2011

La isla a Mediodía

Marini es un nostálgico que trabaja en una linea aérea. Al mediodía observa la isla suspendida en el azul casi negro del océano. Una manera circular de ver la eternidad y el paraíso: el lugar anhelado por siempre. Su oficio le permite disfrutarla de manera más o menos regular, por lo general al mediodía, cuando el avión con ruta Roma-Teherán cruza por encima de las islas Cícladas en el mar Egeo. Entonces, durante ese minuto que dura la contemplación, todo pierde importancia, Marini aparta la sonrisa seductora, profesional, deja de atender a los pasajeros del vuelo y se inclina sobre la ventanilla de la cola, hasta “sentir el frío cristal como un límite del acuario donde lentamente se movía la tortuga dorada en el espeso azul”. La isla entonces simbolizará un sueño: el deseo de regresar a la esencia básica del hombre, vivir únicamente con lo necesario (la pesca, el mar, el cielo), sin las ataduras del mundo civilizado. ¿Podrá olvidar toda su vida y viajar sin retorno a esa isla?......

Reflexión

El argumento de este cuento pasa continuamente de lo real a lo irreal: el hombre que huye de la sociedad y de sus complicaciones, para refugiarse en la vida tranquila y recogida de la naturaleza, pero esto no siempre se logra, únicamente con un gran esfuerzo por luchar por  los sueños que tenemos y no abandonarlos jamás...
Agustín Mino




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